lunes, 18 de abril de 2011

LONDRES DIA 3

Para este día tengo dos planes, a saber: A)Visitar Westminster’s Abbey, ya que el sábado cuando pasé estaba cerrada claramente es algo que tengo que ver; y B) sacar mi trasero de esta ciudad que le gusta cobrar todo en libras.

Según mi mapa (y ya aprendí como usarlo bien) estoy bastante lejos de la estación de colectivos, y todavía más lejos de la Abadía Westminster. Me espera una caminata copada (LUJÁN, you’re no match for me biotch!). Pero antes que nada tengo que ir a hacer el check out del hostel. Esperen, antes que nada tengo que levantarme. Eso, Me desperté exactamente a las 8 de la matina con el dulce sonido de STILL ALIVE en mi celular (si, una masa, el celu anda sin chip, tengo back –up cámara y alarma). La cagada es que en la habitación parece que dormía mas gente, porque automáticamente empiezo a escuchar chirridos de camas, como si algo sobre ellas se moviera. Bueno, cúrtanse loco, es mi viaje, hago lo que quiero. Hubieran ido a otra habitación (vale aclarar que ayer llegue tipo 1 a.m. al cuarto y los desperté a todos también). Haciendo amigos con Juan (8). Bueno, volviendo a lo importante, me levanto, saludo a la alemana que hasta hace segundos dormia en la cama de al lado (para hacerme el capo la salude en alemán, pero la muy puta me contestó en inglés, NO LA PONGO MÁS), y por si todavía quedaba alguien durmiendo me puse a desarmar y re armar mi mochila para poder cambiar de ropa. En mi viaje se madruga gente, acostúmbrense!. Quince minutos después estoy en la sala de desayuno, desayunando. Unas tostadas, una sesión de Facebook y luego a despedirme del hostel que tanto cariño y cosas me dio en estos dos días de estadia. Mentira. Unos hijos de puta. No vuelvo más.

Salgo y empiezo mi travesía hacia la estación de colectivos. Ya sé que dije que era lo segundo, pero tengo que sacar boleto antes. Mi papi me enseñó que lo primero es lo primero y no es lo segundo porque entonces seria segundo y no primero, con lo cual perdería prioridad…o algo asi. Luego de unas hermosas 10 cuadras empiezo a notar las desventajas de no tener hostel. Primero y principal (y no segundo): llevo 15 kilos de mochila en la espalda que ayer no llevaba. Y segundo (esto todavía no lo sé, pero lo voy a saber dentro de una hora aproximadamente): no tengo baño fijo. Haciendo paradas cada 10 o 15 cuadras para bajar la mochila un poco logro llegar a la mitad de mi recorrido. Alzo los ojos y veo el Palacio Fiasconham. Pero el destino me llevo allí a una hora específica: 11.30 de la mañana. De golpe recuerdo que durante una lectura de baño encontré en mi mapa una nota al margen que decía que a las 11.30 se realiza el cambio de guardia, evento que se considera un show en sí solo. Y como no me gusta desperdiciar oportunidades decido quedarme a verlo. Pero parece ser que no soy el único que leyó su mapa mientras se dedicaba a la maravillosa tarea que es desechar sólidos…un millas de personas se interponen entre quién les escribe y la puerta por la cual saldrán en algunos minutos los soldados de su majestad. Pero gracias a Dios estoy curtido en el arte de los recitales, por lo que un grupo de vejetes y turistas neozelandeses no se van a interponer entre la puerta y mi agilidad. Intento pasar la primera fila de gente y caigo en la cuenta de que tengo dos apéndices que mutilan mi capacidad de movimiento: ESTÚPIDAS MOCHILAS. Resignado a mi suerte decido seguir mi camino hacia la estación de colectivos, no sin antes golpear un par de ingleses con mi mochila pasa quitarme la bronca, al grito de “sorry, I didn’t see you doña”.

Sigo caminando, bordeando los jardines del Palacio de Mierdinham (nada que ver con la Quinta de olivos, la protección acá eran: cámaras de seguridad, alambre de púas, una barra metálica con púa de 2 cm de diámetro y arriba mas alambre de púas. No probé, pero seguro que también estaba electrificado). Cuando se acaban los muros veo que llegué al Arco de Wellington, que estoy seguro que no tienen idea de lo que es, pero cuando vean las fotos lo reconocen. “Uh loco! Este monumento lo vi en las pelis, como se llama?”. Me quedo un rato para matar dos pájaros de un tiro: descansar los hombros un rato y sacar fotos. Claramente la suerte está de mi lado, porque mientras saco fotos veo que a lo lejos viene la guardia real (la que hacía minutos había cambiado posiciones) y se dirigen a través del arco. Parece ser que es el recorrido habitual, porque los caballitos iban como robots. Genial, tengo mi foto de los guardias reales, me falta acostarme con la Reina y ya está.

Sigo caminando (a todo esto van dos horas de caminata…voy a necesitar alguna abuela que sepa curar los juanetes). Llego a la bendita estación de ómnibus, colectivos, bondis, coaches, buses, etc. Hago una fila cortita y me llaman por caja 3, donde un señor de color y actitud negra me interroga como si hubiera cometido un crimen, a lo cual le respondo con mi sonrisa Colgate más resplandeciente que me dirijo a Dublin en el próximo servicio. El próximo servicio es a las 6 p.m. de la tarde me dice, sin cambiar la cara de ojete (les dije que los ingleses tienen cara de ojete por default? Bueno, lo reitero) pero que está lleno, y que el próximo es mañana a las 6 p.m. tambien. Poco convencido, compro el boleto para mañana. Esto conlleva otro problema: donde mierda duermo hoy? Encima los hostels te cobran de más si caes sin reserva el mismo día. Una cagada, pero bueno, es lo que hay. Decido distraerme y dar paso a lo primero en la lista de hoy (que a esta altura es primero y único porque claramente no me voy a ir de Londres hoy) y encaro hacia Westminster’s Abbey. No queda tan lejos, pero a esta altura no quiero saber nada de caminar. Qué hago? Camino. AMARRETE MODE FULL ON. Los pies se curan, pero las libras no se generan solas.

Es increíble como cambia el ambiente de golpe en esta ciudad. En un segundo estás caminando en un centro re movido, edificios altos, colectivos por todas partes, negocios, oficinas, y de golpe estas entre casonas antiguas, catedrales medievales, etc…parece una de las pelis de Harry Potter.

Despues de una fila de 10 minutos (las ventajas de pagar en efectivo; la fila de los que pagaban con tarjeta de crédito era 5 veces mas larga) un señor con cara y actitud de mierda me pide revisar mi mochila. Amablemente y con mi mejor sonrisa la abro y le digo que no tengo nada. Me deja pasar, pero apenas paso me llama de nuevo como retándome y me dice “no había visto esa otra mochila!!! Es demasiado grande, no podes entrar con eso”. Aquí hago una pausa. Dos cosas: como mierda hizo el viejo para no ver mi mochila de 15 kilos que llevo en la espalda? Segundo: vamos a ver quien no pasa…viejo puto. Le digo que la mochila no tiene nada más que ropa, que no es tan grande, todo acompañado con mi mejor sonrisa, que a esta altura ya se está gastando. Me dice que va a hacer una excepción ( la sonrisa lo logró!) pero que tiene que revisarme la mochila. Suena extraordinariamente bueno hasta que me recuerdo el parto que fue armarla. De todas formas no me voy a dejar ganar. Sin cambiar mi expresión abro la mochila y empiezo a sacar cosas una por una, bieeeeeeeeeeen despacito. Cuando el tipo se aviva que no voy a cambiar mi modus operandi me dice que está bien y que entre. EPIC WIN PARA EL PELADO. SONRISAS 1 – 0 OJETE FACE.

Una vez adentro saco la entrada con descuento para estudiantes (la INTERNATIONAL YOUTH CARD y la de estudiantes tienen prácticamente los mismo beneficios) y me meto. Pero a unos pasos de la entrada me detiene un señor sonriente (claramente no debe ser inglés) y me pregunta la edad para verificar si soy estudiante o no. Le digo que tengo 20 y que estoy de paseo. Me pregunta de donde vengo, sin cambiar su sonriente cara. “Aryentina” y me responde en un portuñol forzado “yo soy de Brasil!”. A esta altura empecé a oler algo extraño y decidí cambiar mi sonrisa por algo más neutral. Él siguió sonriendo. Nos pusimos a charlar un rato, me explicó como tenia que recorrer la Abadía, y de golpe y sin anestesia me pregunta “yo soy gay, vos?” CONCHA E SUMA! I knew it! “No, soy recto” me salió. Y acá quiero aclarar que lo mio fue un problema idiomático, no un chiste verde. En inglés HETEROSEXUAL se dice “STRAIGHT”, cuya traducción literal es “RECTO”. Entre el laburo en Teletech y estos 3 días aca me acostumbré a pensar en inglés para poder hablar más rápido, pero claramente tienen sis efectos adversos. De todas formas el brasuca entendió que jugamos para equipos distintos y me saludó amablemente.

En la entrada de la Abadia te ofrecen mapas y guías de audio para que la recorras, gratarola. Me acerco a la señorita que entrega los dispositivos con la audioguía y me pregunta en qué idioma lo quiero. “Inglés, asi practico” le digo sonriendo. Me sonrió y me entregó uno. La esperanza renace. J

Arranco con la pista de audio número 0. Y lo primero que dice es “Welcome to the Westminster Abbey. I’m Jeremy Irons and I will be your guide.” Me saco el auricular y mando restart. “…I’m Jeremy Irons and…” Ya está. Estos guachos contrataron a Jeremy Irons para que haga los audios en inglés de la guía. Son unos genios. Me levantaron la tarde.

Bueno, para describir la Abadia podría estar años, realmente años. Y la cagada es que adentro no te dejan sacar fotos. Pero es algo que no vale la pena describir, tienen que verlo por sus propios ojos. Aquel que disfrute tanto de la arquitectura como de la historia puede llegar a tener un paro cardiovascular ahí adentro. Papá, estoy seguro que vos sos uno de ellos. Y Lolo también, con lo que le gustaba la arquitectura.

Lo más importante a saber de la Abadia es que es el lugar utilizado desde hace más de 700 años para la coronación real, los casamientos reales, los entierros reales y todo lo que tenga la palabra real adelante y requiera de una iglesia.

Conocí las tumbas de: ENRIQUE V, ENRIQUE VIII, SHAKESPEARE, LAWRENCE OLIVIER, NEWTON y DARWIN, entre otros más. Muy linda la tumba del GUERRERO DESCONOCIDO. Muy emotivo. Fotos de las tumbas no pude sacar porque había sabuesos vigilantes, estos ingleses tienen gorras por todos lados. Todos los grandes reyes y reinas de Inglaterra están enterrados acá. Además está la silla de la coronación (los que vieron THE KINGS SPEECH saben de lo que hablo), pero están haciéndole un service asi que no está a la vista. Me comentó un guardia que se le cagó el embrague.

Girando y girando se me hacen las 5 de la tarde. Y no se si fue porque estaba en la Iglesia o porque soy una persona que suele tener flashes re copados, se me ocurre que tengo que ir a la estación de bondis antes de las 6 de la tarde. En una de esas algún pasajero no llega y yo me puedo subir, con lo cual ahorro una noche de hostel y llego a Dublin un dia antes. Medio a las corridas, evitando las previas paradas cada 10 cuadras (esto me va a doler dentro de un rato) entro a caminar hasta la estación. Llego un rato antes que salga el bondi. Y parece que lo que se me ocurrió a mi espontáneamente y que me pareció una idea re original es en realidad algo re común. Hay una fila para pasajeros de último minuto. 5 minutos antes de que salga el colectivo se hace el último llamado y si queda espacio se procede con estos pasajeros. No hace falta decir que estoy camino a Dublin. Adiós Londres y tus estúpidas libras.

4 comentarios:

  1. Me re cague de risa. Ahora me extraña que no hayas violado la ley adentro de la Abadia. Yo me hice el boludo y saque un par fotos con la camara pegada a la cintura. Era imposible que fuera hasta ahi y no volviera con una foto de la tumba de Newton tapada por media pierna mia. Veo que te esta yendo mas que bien asi que sin nada mas que decir que "Embriagate a lo irlandes" me despido. Ah, por si no sabes quien mierda es Mariano, (no te culpo) soy colo. Con este sistema de nombres, valia la pena aclararlo.

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  2. Lo mas importante... le compraste el Magnet a tu tia??

    lindo relato el de londres... veremos que sale en dublin xD

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  3. Preparate CV para LIA ;) tengo contactos jajajajja
    Estoy empezando a creer que sos groso, pero voy a esperar a comprobarlo por mí misma, puesto que este relato tiene solo tu subjetividad... y eso no cuenta =P

    >Envidia +1

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